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Entrevista 1971 · por Fanny Mandelbaum

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Cronología Biográfica · por Marcelo E. Pacheco

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Jorge Luis de la Vega, artista autodidacta, nació en Buenos Aires el 27 de marzo de 1930 y murió, en la misma ciudad, el 26 de agosto de 1971. Fue pintor, dibujante, grabador, cantautor, casi arquitecto, docente universitario en la UBA y en la Cornell University, perspectivista, autor de historietas, diseñador gráfico y creativo en una agencia de publicidad.

 

José L. de la Vega, su padre, de origen catalán, había llegado a la Argentina a los veinte años y era funcionario contable; su madre, María Margarita Lozano, era hija de gallegos y trabajaba como maestra. Jorge fue el menor de tres hermanos varones. Su primer contacto con la pintura fue a través de su padre, pintor aficionado. A los catorce años concurre a la Sociedad Estímulo de Bellas Artes, donde practica dibujo con modelo vivo.

 

A los veinte años realiza su primera exposición individual. Se destaca entre la llamada “nueva generación argentina” de pintores abstractos y, a partir de 1960, forma parte del cuarteto local de la Nueva Figuración. Vive diez meses en París (1961/62) y casi dos años en Nueva York (1965/67). A partir de 1968 comienza su carrera como cantautor y forma parte del movimiento de la Nueva Canción.

 

A principios de 1970 se casa con Marta Rossi, a quien conoce desde 1960. El 12 de noviembre de 1971 nace su hijo Ramón.

 

Sus obras forman parte de colecciones públicas y privadas en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Posadas, Montevideo, Río de Janeiro, Caracas, Nueva York, Austin y París.

 

 

1946 Naturaleza muerta, óleo de 50 x 70 cm. Primera pieza documentada en el catálogo razonado de la producción de Jorge de la Vega realizado entre 1989 y 1990 por Mercedes Casanegra.

 

Los temas elegidos por el pintor son bodegones, flores, cuadros con objetos cotidianos (iconografía de cocina) y, especialmente, retratos (trabajo directo con modelos). Su línea de estilística coincide con la de algunos pintores activos desde las décadas del ’20 y del ‘30 como Héctor Basaldúa y Roberto Rossi. Sigue una figuración expresiva heredada de la Escuela de París, con huellas del cubismo, el fauvismo y el expresionismo ya asimilados como lenguajes académicos.

 

Casanegra consigna la participación de de la Vega en un certamen interno de manchas y croquis organizado en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes. El pintor participa con su óleo En el circo y obtiene una mención honorífica y diploma otorgados por el jurado.

 

 

1947 Comienza a participar en exposiciones colectivas y salones oficiales de bellas artes. De la Vega no realiza envíos al Salón Nacional, sino que opta por un circuito lateral participando de certámenes de menor repercusión como el Salón Anual de la Sociedad de Acuarelistas y Grabadores, el Salón Municipal de Otoño (de reciente creación, y que no debe confundirse con el salón homónimo creado por la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos en 1934), el Salón de la Asociación Estímulo de Bellas Artes, y algunos salones provinciales o municipales.

 

De acuerdo a lo consignado por Casanegra, participa del concurso anual de la Asociación Estímulo de Bellas Artes con una obra titulada Estudio con pejerrey.

 

 

1948 Comienza sus estudios de arquitectura en la Universidad de Buenos Aires. Carrera que no termina, si bien ejerce la docencia en la misma facultad hasta 1965 (en la cátedra de Visión II) y trabaja como perspectivista hasta 1960. “Me bastó conocer a los arquitectos para comprender que yo no quisiese transformarme en uno de ellos.”

 

Participa en el IV Salón Municipal de Otoño de Artes Plásticas con su obra Composición con flores, que merece un comentario del crítico Romualdo Brughetti en Plástica Anuario 1948 que menciona a de la Vega entre otros “artistas de no desdeñables condiciones...” (A partir de este año y por decisión de la Intendencia Municipal este salón se convierte en bianual.)

 

Es aceptado en el XXV Salón Anual de Santa Fe inaugurado en el Museo Rosa Galisteo de Rodríguez con su temple Composición.

 

Participa con dos óleos, Margaritas y Anémonas, en el XVII Salón Tout Petit inaugurado en el mes de diciembre en las salas de Peuser. Se trata de un certamen organizado por la Asociación de Artistas Argentinos con el “[...] propósito de acercar económicamente al pueblo algunas expresiones plásticas [...]. Tal es la faceta que justifica su realización y no, propiamente, la calidad estética de sus presentaciones”.

 

 

1949 En el mes de octubre envía un temple titulado Composición con maceta al XXXIV Salón Anual de la Sociedad de Acuarelistas y Grabadores.

 

 

1950 Hace su segundo envío al Salón de Otoño, que se realiza en la sede del Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori. Esta vez se trata de un óleo titulado Guillermina.

 

 

1951 Primera exposición individual en las salas del Banco Municipal de la Ciudad de Buenos Aires; presenta 18 obras en la línea de la figuración expresiva. Un Autorretrato de medio cuerpo (hoy desaparecido) aparece reproducido en el diario La Nación promocionando la muestra (La Nación, 11/11/51). “Cuando estaba en Arquitectura se me presentó la oportunidad de hacer mi primera exposición en el Banco Municipal. Era regio, porque no me costaba un peso, me daban la sala y enmarcaban los cuadros. Fue un éxito de crítica y venta. Por aquella época hacía pintura figurativa, particularmente retratos y naturalezas muertas.”

 

 

1952 En el mes de abril es invitado a participar en la exposición colectiva “Valores Jóvenes en la pintura”, organizada por la galería Plástica, que dirige Oscar Pécora.

 

En la misma galería, en septiembre, presenta su segunda muestra personal, “Jorge Luis de la Vega”, por sugerencia de Manuel Mujica Lainez, uno de los críticos más influyentes del momento desde su columna del diario La Nación.

 

Aparece su primer reportaje. El autor es León Benarós y se publica en la revista mensual Continente. El artista se explaya sobre sus preferencias artísticas y su especial interés por la figura y su relación con los modelos. “Pinto sólo cuando tengo ganas. Utilizo modelo, que me gusta dejar en libertad, para sorprenderlo en su gesto menos forzado. Creo que, en pintura, el tema es sólo un pretexto para lo que uno quiere decir. Sin embargo, me atrae especialmente el retrato, y en cambio no me siento atraído por el paisaje. Necesito alternar con el modelo, conocerlo anímicamente para captarlo con más eficacia. Creo que mis retratos más acertados corresponden a personas que conozco desde hace más tiempo [...].”

 

 

1953 Desde este año, junto a su pintura figurativa, de la Vega realiza obras no figurativas de base geométrica, relacionadas con las experiencias internacionales de la abstracción racional y del pop-art. Su nuevo estilo tiene contactos con los trabajos del Grupo de Artistas Modernos, convocado en 1952 por el crítico Aldo Pellegrini y que integraban, entre otros, Tomás Maldonado, Lidy Prati, Alfredo Hlito, Enio Iommi, Claudio Girola (anteriores protagonistas de la Asociación de Arte Concreto-Invención de 1945) y artistas más jóvenes como José Fernández-Muro y Sarah Grilo. “Poco a poco estructuré la imagen de manera cada vez más geométrica hasta llegar, hacia 1953, a despojar mis obras de todo contacto con la realidad visual física, buscando encontrar nuevos modos de relaciones en el dominio de los colores, de las texturas y de las formas. Practiqué este tipo de disciplina en alternancia con mis estudios de arquitectura hasta 1959.”

 

Durante la edición del XXX Salón Anual de Santa Fe, inaugurado el 25 de mayo, el coleccionista Luis León de los Santos dona, entre otras obras, un trabajo de de la Vega al Museo Rosa Galisteo de Rodríguez. Se trata del óleo Retrato de Ismael S. Rodrigo. Es la primera obra del artista que ingresa al patrimonio público.

 

Participa en la muestra colectiva “Nueva Generación Plástica Argentina”, organizada por Jacques Helft en sus salones de la calle Guido. Exponen, entre otros, Manuel Álvarez, Gregorio Vardánega, el grupo Madí, Testa, Rafael Onetto, Sarah Grillo y Fernández-Muro. La muestra recibe una amplia cobertura. En su balance habitual del año artístico, Eduardo Eiriz Maglione, desde la influyente Lyra, destaca la exposición de Helft y menciona a de la Vega: “José (sic) Luis de la Vega, cuidando juegos planimétricos, evolucionó hacia lo abstracto pleno, campo propicio, quizás, al arquitecto”.

 

 

1954 Adrián Merlino publica el primer diccionario de artistas argentinos de los siglos XVIII-XIX-XX, donde de la Vega es incluido con una breve referencia biográfica y un resumen de su actuación desde 1948.

 

Es incluido en una exposición colectiva de arte argentino realizada en el Instituto de Arte Moderno de Nueva York.

 

Participa, en el mes de septiembre, de la muestra colectiva (un total de 12 artistas invitados) “Pintura 1954”, presentada en el Salón Peuser. La revista Continente publica una reseña firmada por Ernesto Rodríguez donde se comenta el envío de de la Vega. (Continente, Nº 91, octubre 1954, pp. 27-28.)

 

 

1956 Participa junto a Domingo Bucci y Josefina Miguens –posteriormente Josefina Robirosa– en una exposición colectiva en la galería Bonino (en los ’60, la galería clave para el Grupo Nueva Figuración y para la carrera individual de de la Vega). El ingreso del artista en la órbita de Bonino es importante por la posición que la galería tenía en el campo artístico porteño como espacio legitimador y de alta visibilidad. De la Vega expone ocho trabajos entre óleos, monocopias y un dibujo, realizados entre 1953/56. La muestra fue promocionada desde la sección “Del Arte Pictórico” del diario La Nación del 20 de mayo (incluye la reproducción de dos obras de Bucci y Miguens).

 

El Salón Peuser presenta la muestra “12 Pintores No-Figurativos” y de la Vega es invitado a participar.

 

 

1957 En el mes de septiembre es invitado, junto a otros 11 pintores, al Primer Salón Peuser de Pintura no-figurativa. Interviene con 3 obras. Entre otros participan también Chab, Macció, Magariños D. y Testa.

 

 

1958 Participa en “Nuevas Generaciones en la Pintura Argentina”, muestra organizada por Witcomb y Peuser y auspiciada por la Secretaría de Cultura y Acción Social de la Municipalidad. Presenta tres obras no-figurativas. El comité de selección estaba integrado por los críticos Ernesto Rodríguez, Osvaldo Svanascini y Rafael Squirru.

 

Las sucesivas invitaciones a de la Vega para participar en este tipo de exposiciones demuestran su protagonismo dentro de la “nueva generación” y el reconocimiento de la crítica hacia sus trabajos no-figurativos, de los que hoy se conservan muy escasos ejemplos documentados y catalogados.

 

Continúa trabajando como perspectivista para el estudio Rivarola y Soto (proyectos Escuelas, Hosterías, Hotel y Paradores, todos concursos para la provincia de Misiones 1956-1957; Casa de Gobierno de la provincia de La Pampa) y para Mario Roberto Álvarez y Asociados (proyecto Teatro Municipal General San Martín de la Ciudad de Buenos Aires, 1958-1959).

 

 

1959 Luis Felipe Noé inaugura su primera muestra individual en Witcomb y se reencuentra con de la Vega, a quien había conocido a través de su hermana, compañera de facultad de Jorge. Es el inicio de su larga amistad. En esta ocasión Noé le presenta a Rómulo Macció. También entonces conoce a Alberto Greco, uno de los introductores del informalismo en la Argentina y artista clave del momento.

 

“Desde esa época [1959, Noé] utilizaba como taller la vieja fábrica de sombreros del abuelo, que quedaba en Avenida Independencia entre Bolívar y Defensa. Era una casa enorme con vivienda, oficina, talleres y máquinas del siglo pasado, dignas de André Breton. Greco le pide trabajar allí. Poco después Macció quiso hacer un cuadro grande, necesitó espacio y también fue allí. Y de la Vega los visitaba a menudo.”

 

 

1960 En este año, de la Vega inicia, junto a su producción abstracta, sus obras neofigurativas en las que la figura humana se impone como tema excluyente. Adopta de la experiencia del informalismo, la importancia de la materia y los chorreados y las manchas, y la actitud de libertad frente al arte y el oficio de pintar. En esta neofiguración, la presencia de la figura humana es el resultado del hacer pictórico y del trabajo directo de los instrumentos sobre la tela. El contacto con Noé es determinante en el giro estilístico y conceptual de de la Vega.

 

Es invitado a participar en el Premio de Honor Ver y Estimar, presentado en la galería Van Riel y organizado por la Asociación homónima. En el jurado figuran, entre otros, Francisco Díaz Hermelo, Enrique Nagel, Samuel Oliver y Samuel Paz. La Asociación Ver y Estimar había sido fundada en 1953 por un grupo de discípulos de Jorge Romero Brest. En 1960, Díaz Hermelo y Paz esbozaron las directrices de un premio para jóvenes artistas que marcó la escena artística local durante sus ocho ediciones sucesivas. De la Vega envía una obra geométrica. Noé obtiene la Faja de Honor con su obra Santo y Dragón (primera recompensa otorgada a la neofiguración en el ámbito local).

 

En junio, en la ciudad de Córdoba, participa en la 2ª Bienal de Pintura Actual “Pipino y Márquez”, organizada por la Fundación del mismo nombre. El premio se presenta también en Buenos Aires, en la galería Van Riel. Se trata, nuevamente, de un concurso por invitación y de la Vega está presente con una obra geométrica seleccionada por Julio Payró, E. Rodríguez y Cayetano Córdova Iturburu. Entre los veinte artistas participantes, hay representantes del informalismo como Greco, Mario Pucciarelli, Kasuya Sakai; de una abstracción lírica como Josefina Miguens y Víctor Chab, y de la geometría de base racional como Miguel Ángel Vidal, Eduardo Mac Entyre y el mismo de la Vega.

 

Es invitado a participar de la primera edición del Premio de Pintura Torcuato Di Tella, organizado por la Fundación Di Tella y presentado en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), dirigido por Romero Brest. El jurado estaba integrado por el mismo Romero y por el crítico italiano Lionello Venturi. Los 24 invitados pertenecían, en su mayoría, a la abstracción y el informalismo. Mario Pucciarelli obtuvo el premio. Noé y Macció figuraron también como invitados.

 

Se forma el Grupo Nueva Figuración, integrado por Macció, Deira, Noé y de la Vega. Los cuatro comienzan a trabajar juntos, si bien no se reconocen como grupo orgánico. Hasta 1965 exponen en diversas oportunidades en conjunto y comparten talleres, discusiones y experiencias artísticas. La crítica los identifica como uno de los grupos clave en el panorama de los ’60 locales.

 

En el mes de noviembre es incluido en la “Primera Exposición Internacional de Arte Moderno”, organizada por Squirru, director del Museo de Arte Moderno de la Ciudad de Buenos Aires (MAM), con motivo de la inauguración de la sede de la institución en el Centro Cultural General San Martín. De la Vega envía su obra El mecanismo de la soledad, primer trabajo neofigurativo que presenta en una exposición pública (desde entonces, sus títulos adquieren el efecto de un valor agregado que descubren una significación complementaria sobre la imagen pintada).

Es seleccionado para participar en la exposición colectiva “150 años de Arte Argentino”, presentada en un Pabellón Anexo del MNBA; megamuestra organizada en celebración del sesquicentenario de la Revolución de Mayo (550 obras, entre pintura y escultura, organizadas en seis etapas diferentes, desde 1810 hasta 1960). De la Vega es incluido en el sector de los últimos diez años, que en el catálogo profusamente ilustrado lleva un texto firmado por Samuel Paz, posteriormente subdirector del Centro de Artes Visuales (CAV) del Instituto Di Tella. Presenta dos obras de 1960, Pintura, uno de los últimos ejemplos geométricos, y el óleo neofigurativo Espejo (trabajo que abre el campo de reflexión sobre los espejos, una de las obsesiones iconográficas y simbólicas en su producción posterior). El envío, decidido por el comité organizador, resulta emblemático en el pasaje de su manera geométrica a su compromiso con la neofiguración. El público tiene la oportunidad de confrontar al de la Vega ya conocido con su cambio reciente. En su texto, Paz escribe: “De la Vega sabe manejar formas planas o geométricas en alternancia con una materia rica en profundidad e intensa en el color”. Y más adelante agrega: “Recientemente algunos pintores, parecería, necesitan crear formas patéticas mediante la exacerbación del color y el dramatismo de la deformación, como si, por cierta tradición milenaria, ese tipo de sentimiento no pudiera plasmarse, con toda su intensidad, si no se encarnara en la figura humana; así se reintroduce la imagen del hombre, como corolario, después de las descargas sucesivas que la hicieron receptora de las mismas. Rómulo Macció lo hace valiéndose del trazo expresionista, Noé reintroduce su imagen en una materia adiposa y brillante.” Es interesante destacar cómo para el crítico, Macció y Noé están identificados con la neofiguración, y, en cambio, de la Vega es incluido aun entre los artistas que trabajan en el campo de la pintura no-figurativa.

 

En diciembre participa de la exposición colectiva “ pintores de la Nueva Generación” en la galería Lirolay, organizada por su directora Germaine Derbecq. Se trata de una muestra que reúne el trabajo de artistas de entre 20 y 35 años donde participan, entre otros, Noé, Greco, Wells, Macció, Polesello, García Uriburu, Kemble y J. López Anaya. De la Vega expone Monólogo, pintura de su nueva serie neofigurativa, gesto que debe leerse como afirmación de su nuevo compromiso estilístico, tanto hacia el medio artístico como hacia el público en general. Lirolay era, entonces, el espacio comercial que convocaba las experiencias más radicales en el campo de las artes plásticas locales.

 

 

1961 Inicia la temporada participando de una muestra colectiva en la galería Bonino, junto a Juan Carlos Badaracco, Marta Peluffo y Macció. Expone cuatro óleos neofigurativos.

 

En julio participa de la exposición “Arte Argentina Contemporánea”, presentada en el Museu de Arte Moderna do Rio de Janeiro.

 

En agosto, primera exposición del Grupo Nueva Figuración en galería Peuser. El título elegido para la muestra fue “Otra Figuración” y, respondiendo a una invitación abierta realizada por los cuatro fundadores, también expusieron entonces Carolina Muchnik y Sameer Makarius. La exposición generó una gran controversia. Pero los comentarios de Pellegrini y Hugo Parpagnoli desde La Prensa, que defendieron el valor de la propuesta, así como la opinión de Mujica Lainez desde La Nación, fueron los apoyos decisivos para el éxito. En cambio, Romero Brest reaccionó de manera negativa. “Enseguida, Jorge Romero Brest nos citó a una reunión personal en ‘Ver y Estimar’ y ahí nos dio con todo. Salimos tan deprimidos que Jorge y yo nos fuimos a casa. Nos levantaron el ánimo, Greco, que nos acompañaba, y una botella de grapa francesa. Reunión de emergencia: hay que robustecerse y seguir adelante.” El catálogo se iniciaba con una declaración conjunta de los participantes: “No constituimos un movimiento, ni un grupo ni una escuela. Simplemente somos un conjunto de pintores que en nuestra libertad expresiva sentimos la necesidad de incorporar la libertad de la figura. Porque creemos justamente en esa libertad no queremos limitarla dogmáticamente, esclavizándonos a nosotros mismos. Por esto evitamos el prólogo. Sin embargo existe una razón de ser, una voluntad artística que nos ha impulsado a hacer esta exposición. Esta voluntad artística es individual. Por esto nos remitimos a la confesión privada. De la raíz común de esta voluntad que hable por sí sola la exposición.” De la Vega fijaba su posición con la siguiente declaración: “No fui exactamente yo quien introdujo figuras humanas en mi pintura; creo que fueron ellas mismas las que me utilizaron para inventarse; no fue una imposición voluntaria sino un encuentro natural y ahora no podría prescindir de ellas sin sentir cercenada mi libertad expresiva.”

 

En el mismo mes fue invitado a la nueva edición del Premio Instituto Torcuato Di Tella en el MNBA. El jurado, formado por Giulio Carlo Argan y Romero Brest, otorgó el Primer Premio a Clorindo Testa, pintor entonces identificado con el informalismo, y el Segundo Premio a Macció.

 

En el mes de septiembre, presenta una exposición individual en galería Lirolay con el título “De la Vega Pinturas”. El catálogo tiene prólogo de Germaine Derbecq.

 

Es invitado, nuevamente, al Premio de Honor Ver y Estimar en el MNBA. Entre los 56 artistas participantes, con tres obras cada uno, domina claramente la pintura no figurativa, con predominio del informalismo. Entre los pocos pintores figurativos se encuentran Deira, Macció, Noé y de la Vega. El premio fue otorgado a Juan Carlos Badaracco, pintor abstracto, seguido en la votación por Noé.

 

Los cuatro del Grupo viajan a Europa, radicándose en París. Deira y Macció becados por el Fondo Nacional de las Artes, y Noé con una Beca del gobierno francés. De la Vega paga el viaje con sus ahorros obtenidos como perspectivista. Noé y de la Vega parten en septiembre en barco y al llegar se instalan en un taller en Issy les Molineaux; discuten sobre los límites de la pintura y la necesidad de ruptura con la noción tradicional del cuadro. Las preocupaciones estéticas de ambos acercan sus trabajos aun en resoluciones diferentes. La noción de caos y la disolución de la pintura-pintura los llevan a reflexionar e investigar en trabajos experimentales.

 

 

1962 Realiza sus Formas liberadas o Imágenes liberadas, experiencias de ruptura del soporte tradicional de la pintura trabajando los bastidores quebrados en el espacio tridimensional. De estas obras sólo se conserva escasa documentación fotográfica y declaraciones de Noé, testigo directo del proceso y la concreción de la serie. Noé recuerda: “El éxito tanto de la exposición grupal, como la mía individual [realizadas en 1961], me hizo sospechar de que estábamos constituyendo una nueva versión del Buen Gusto. Comencé a sentir que, al igual que el informalismo, mi pintura, por su predominio monocromático y atmosférico, creaba un clima armoniosamente unificado, totalmente anacrónico con un mundo de tensiones y de contradicciones. Así conversando con de la Vega y luego con Macció y Deira con quienes conviví en París unos diez meses se fue elaborando nuestra segunda etapa [...].”

 

De la Vega es incluido en la muestra “Neo-Figurative Painting in Latin America”, realizada en la Pan-American Union en Washington DC.

 

Expone en la prestigiosa Galerie Creuze-Messine (Salle Balzac) en la muestra colectiva “Pablo Curatella Manes y 30 argentinos de la Nueva Generación”, organizada por Germaine Derbecq. A la inauguración asisten famosos como Le Corbusier, Malraux y Bloch. Entre otros participan Minujín, Heredia, Noé y Greco. Éste último presenta su primera obra de Arte Vivo, Treinta ratones de la Nueva Figuración (un cofre de cristal con treinta ratones blancos). “A los argentinos, salvo a De la Vega y Marta (Minujín) les pareció una gran estupidez.”

 

Participa, entre agosto y octubre, de la “Exposition d’Art Latino-Americain” Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris con una de sus Formas liberadas. En esta muestra intervienen, además del Grupo, otros artistas argentinos residentes en París, como Antonio Berni, Marta Boto, León Ferrari, Greco, Gyula Kosice, Marta Minujín, Julio Le Parc, Alicia Penalba y Gregorio Vardánega. Entre los latinoamericanos están Carlos Cruz Diez, Pedro Coronel, Sergio De Camargo, Cicero Dias, Franz Krajcberg, Wifredo Lam, Roberto Matta, Alejandro Otero, Jesús Soto, Rufino Tamayo y Francisco Toledo.

 

De la Vega realiza un corto viaje a España.

 

Al regresar de Europa, los cuatro artistas van a trabajar juntos en el taller que había alquilado Deira, en la calle Carlos Pellegrini. El Grupo reaparece en Buenos Aires con una exposición de dibujos en la galería Lirolay titulada “Esto”.

 

En octubre y noviembre, el Grupo realiza dos muestras consecutivas en galería Bonino. La primera se presenta con un prólogo de Parpagnoli. En la segunda, de la Vega expone sus Formas liberadas, iniciadas en París. Deira recordaba: “A comienzos del ’62, Noé trae la proposición de una muestra en Bonino. Era tentadora pero yo me opongo. Le dije en persona a Alfredo Bonino: ‘Me opongo porque temo que establezca condiciones para las obras a exponer o simplemente a la forma de exponerlas’.

–Estás muy equivocado ‘queridito’ –contestó Bonino–. A esta exposición yo llego a la hora del ‘vernissage’.

Y así lo hizo. Colgamos las obras en lugares insólitos, arriba de las puertas, un delirio. Y él no llegó sino un minuto antes de la hora de la inauguración. De repente, lo más insólito surge de él: quiere prolongar quince días más la muestra. Y nosotros retrucamos: ‘De acuerdo, pero con obras nuevas. Cambiamos toda la exposición en dos semanas.’

[...] A partir de esta exposición, Romero Brest (todavía teníamos los chichones) nos ofrece el museo que dirigía, y donde aparecemos presentados por él”.

 

 

1963 Comienza su serie conocida como los Monstruos o el Bestiario, que se extiende hasta 1966. El collage (bricolaje) adquiere una abundancia y un relieve cada vez mayores. La reiteración de espejos y pseudo perspectivas acompañan la densidad iconográfica en la que se multiplican animales fantásticos (como las esquizobestias) y reales (como el gato, el elefante, el gusano). La duplicación (el replicar) se convierte en el recurso base para la construcción de sus narraciones, creando ambivalencias y correspondencias entre lo pintado y lo pegado, entre positivos llenos y negativos vacíos, entre el collage y calcos deformados. Entre el collage, diverso y heterogéneo, utiliza gruesas telas encoladas para modelar los cuerpos de los animales protagonistas. “Su técnica en esta etapa es mixta, alterna el collage con la pintura. Toma figuras de la fantasía popular e infantil y las lleva a la tela con trazos de pintura y telas pegadas. Luego agrega una cantidad sorprendente de objetos, como espejos, fichas, botones, pequeños juguetes de material plástico, barajas, trozos de vidrio, colgajos, etc.”

 

El catálogo de la donación Luis León de los Santos al Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez, de la ciudad de Santa Fe, incluye una monocopia titulada Navidad.

 

Es incluido en la exposición “Arte de América y España”, organizada por el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid e inaugurada en los palacios Velázquez y de Cristal, en el Parque del Retiro. La muestra itinera por seis ciudades españolas y llega a Roma, Nápoles, Berna, Berlín y Lisboa.

 

En junio, realiza su primer viaje a los Estados Unidos para la inauguración de una exposición individual en la Pan-American Union en Washington DC. Viaje del que no hay mayor información y que debe haber durado un par de semanas antes de la presentación de la muestra del Grupo en el MNBA.

 

En la segunda mitad del mes de junio, se concreta una muestra del Grupo en el MNBA con presentación de Jorge Romero Brest, clara culminación de una consagración local que ponía a la neofiguración en el centro de atención del medio especializado y del público general. De la Vega expone Historia de vampiros, Memoria de elefante y un dibujo, Hola?. En su declaración conjunta en el catálogo los cuatro escriben: “[...] conviene reiterar que lo que se ha dado en llamar ‘nueva figuración’ a falta de otro nombre no debe confundirse con las modas. Lo que hemos buscado, lo que buscamos, implica el riesgo del ejercicio de la libertad creadora. [...] Lo fundamental de nuestra coincidencia es la convicción de que la única forma de aventurarse en el arte es la de aventurarse en el hombre. Una pintura ‘con seguro de vida’ nunca logrará ese fin propuesto”. (El catálogo en sí constituye una pieza importante desde el punto de vista de la gráfica de los años ’60 y fue diseñado por Macció.)

 

Es invitado a participar otra vez en el Premio Nacional de Pintura del Di Tella, en la nueva sede de la institución en la calle Florida. Con la presentación del Premio Nacional y el Premio Internacional, el Di Tella da por inaugurado el Museo de Arte del Instituto. Deira y Noé son invitados también a participar del Premio Nacional, mientras Macció es seleccionado para el Premio Internacional. Noé obtiene el Primer Premio Nacional y Macció, el Primer Premio Internacional. El jurado estuvo integrado por Jacques Lassaigne, historiador francés; William Sandberg, director del Stedelijk Museum de Amsterdam, y Romero Brest, consejero del CAV y todavía director del MNBA. En el catálogo se reproducen fragmentos de una conversación entre el artista y Parpagnoli: “Quiero que mi obra choque con el espectador con la misma intensidad con que chocan todas sus partes entre sí, por pequeñas que sean. Una ficha de nácar sobre una mancha. El número junto a la piedra. Una bestia de oropel. Una quimera de humo. Seres midiéndose con el vacío y un espejo para que se miren”.

 

Exposición del Grupo Nueva Figuración en la galería Bonino de Río de Janeiro. Muestra de importante proyección histórica en el contexto de la plástica carioca, que se afirma con una segunda exposición realizada en 1965. Al respecto existen varios testimonios de artistas y críticos brasileños como Antonio Dias, Gerchman, Frederico Morais y Paulo Herkenhoff.

 

Durante este año, es seleccionado individualmente o como integrante del Grupo Nueva Figuración para participar en varias exposiciones de arte argentino en el exterior, en ciudades como Montevideo, Lima, Madrid, Santiago de Chile y París, entre otras.

 

El Grupo expone obras en la Comisión Nacional de Bellas Artes de Montevideo con el mismo catálogo del MNBA.

 

 

1964 Culminan sus búsquedas en el terreno del collage (bricolaje) y en las posibilidades narrativas y plásticas de los efectos simulados de espejos, con la multiplicación de rostros y cuerpos de animales. Realiza la serie de sus Conflictos anamórficos utilizando el recurso de falsas perspectivas oblicuas (anamorfosis), desarrollado en la pintura europea del siglo XVII en el contexto del Barroco y sus relaciones con la dificultad, lo oscuro, el engaño y las apariencias en los esquemas de la percepción. Desarrolla el sistema de los calcos deformados en lo que él mismo llama “imágenes nostálgicas”, explicando su obra y sus imágenes en la relación realidad-memoria. Importante producción de obras sobre papel: tintas combinadas con estampaciones realizadas con sellos de goma cuyas iconografías repiten la presencia de animales como jirafas, elefantes, ratas y peces, en algunos casos con la utilización de letras y oraciones. Algunas figuras remiten a las funciones y órganos internos de los animales y a sus clasificaciones científicas por género y familia, características de los libros de zoología.

 

En el mes de septiembre es invitado a participar, por cuarta y última vez, en el Premio Nacional Instituto Torcuato Di Tella. Presenta 4 de sus Conflictos anamórficos (a diferencia de Noé y Macció, de la Vega en el contexto del Instituto Di Tella nunca obtuvo ninguna recompensa ni adquisición de obras). En esta edición de 1964, y dentro de los premios nacionales, Marta Minujín recibe el Primer Premio por dos de sus obras de la serie de los colchones y Emilio Renart, un premio especial por su Integralismo Bio-cosmos Nº 3.

 

Participa, en Córdoba, en la II Bienal Americana de Arte, organizada y patrocinada por las Industrias Kaiser, con 3 de sus óleos-collages de los Monstruos. El comité de selección estaba integrado, entre otros, por Ignacio Acquarone, Oliver, Pellegrini y Parpagnoli. La sede fue la Universidad Nacional de Córdoba.

 

En octubre, inaugura una exposición individual en Bonino con la presentación de 14 obras (serie completa de los seis Conflictos anamórficos y 8 collages de tamaño medio de los Monstruos). Un texto de Michel Tapié dedicado al artista sirve como prólogo en el catálogo. Tapié era el crítico francés que había utilizado por primera vez la expresión “arte informal” para hablar de los trabajos de Dubuffet, Fautrier y Wols, y el creador del concepto “arte otro” (expresión que fue punto de partida en los neofigurativos argentinos para el título de su primera muestra ya mencionada, “Otra Figuración”). La serie está formada por La medida, Las defensas (conocida luego como Los defensores), La memoria, El aire, El agua y La tierra. Tapié escribe: “Las alusiones a posibles repeticiones, imposibles hoy en día fuera del significante barroco, condicionan una magia latente dentro de un contenido tan evidente como pujante, tan incomunicable como puede llegar a serlo fuera de una profunda y envolvente comunicación artística, en la cual la noción misma de la civilización está condicionada y, felizmente para nuestros mañanas, es condicionante, dentro de la rica ambigüedad de un indefinible dinamismo y de una fuerza cínica de inercia, dentro de conjuntos estructurales tan abiertos como envolventes”.

 

El crítico Lawrence Alloway lo invita a participar, junto a los demás integrantes del Grupo, en el IV Guggenheim International Award en Nueva York. La muestra itinera por la Honolulu Academy of Fine Arts; la Akademie der Kunste, en Berlín; la National Gallery of Canada, en Ottawa; el John and Mabel Ringling Museum, en Sarasota, y llega al MNBA en abril de 1965.

 

Entre las muestras internacionales es importante su inclusión en la titulada “Nievwe Realisten”, organizada por el Gemeent Museum de La Haya y que itinera, entre 1964-1965, con distintos nombres y algunas diferencias de obras, por Viena, Berlín y Bruselas. De la Vega es incluido con 2 de sus collages más importantes de los Monstruos, Historia de vampiros y Los juegos del amor y del azar.

 

Es invitado al Carnegie Institute International Award en la ciudad de Pittsburgh, Pennsylvania.

 

Con el Grupo es seleccionado para la muestra “New Art of Argentina”, exposición iti-nerante inaugurada en el Walker Art Center de Minneapolis y presentada en distintas ciudades de los Estados Unidos hasta concluir, en marzo de 1965, en Austin, en el University of Texas Art Museum.

Participa de muestras colectivas como “New Personalities of Latin America” (Pepsi-Cola Exhibition Gallery, New York) y “First International Show of Pop-Art” (James Morris International Gallery, Toronto).

 

En el mes de noviembre se inaugura, con la bendición de Romero Brest, la nueva galería Relieves, con una muestra colectiva de artistas argentinos titulada “Relieves ‘64” en la que participan, además de de la Vega, Paparella, Wells, Deira y Pérez Celis, entre otros. El catálogo es prologado por Marta Traba, en ese momento directora del Museo de Arte Moderno de Colombia.

 

En noviembre y diciembre participa, con su obra Integración, de una muestra colectiva de pintura argentina realizada en el Teatro El Círculo de Rosario.

 

 

1965 Último año de la actividad del Grupo Nueva Figuración. Macció se va a Europa, Noé a Nueva York, y Deira y de la Vega estarán como profesores invitados en la Cornell University (Ithaca, New York).

 

Forma parte de la muestra “Twenty South American Artists” en el Kaiser Center de Oakland, California (selección de obras participantes en la II Bienal Americana de Arte). Aparece una nota en la revista Art International del mes de febrero, donde se reproduce la obra Los músculos de la memoria de la serie los Monstruos.

 

Los óleos de los Monstruos se llenan de un collage cada vez más extremo, tanto en los objetos pegados como en los drapeados encolados. El volumen del collage juega con la inclusión de zonas francamente geométricas y con algunas experiencias intermedias que incorporan reproducciones de fotos de interiores que contrastan por su ascetismo y frialdad descriptiva.

 

En junio, exposición del Grupo Nueva Figuración en el Museu de Arte Moderna de Río de Janeiro. Afirmación de la influencia de la neofiguración argentina en el ambiente artístico carioca.

 

En junio interviene en la muestra “Noé + Experiencias colectivas”, inaugurada en el MAM. Participan además Aizenberg, Deira, Barilari, Maza, Carreira, Jacoby, Pérez Celis, Wells y Suárez, entre otros. En el catálogo (a manera de carta manuscrita) Noé explica: “Cuando escribo esto, aún no sé nada de lo que va a resultar esa única obra de conjunto. Sabré, como lo sabremos todos, cuando ya esté. Creo ante todo en el arte como experiencia. Es esto lo que ha llevado a estos artistas aceptarme la propuesta. La mayoría lo han hecho con tal espontaneidad que aunque la aventura es inédita es evidente que ya estaba impuesta como posibilidad por todos”.

 

Obtiene el Premio de Dibujo Galería Bonino, organizado en el mes de julio como parte de los festejos de la galería al cumplir 200 exposiciones. Se trata del primer premio de su carrera, a pesar de haber participado, desde 1960, en la mayoría de las ediciones de los principales premios dedicados al arte contemporáneo. Un jurado integrado por Héctor Basaldúa, Mujica Lainez, Noé, Parpagnoli y Romero Brest premia su tinta El 60 % de los minutos elegida entre las obras de los 31 artistas invitados a participar. “Nada menos que 345 artistas, buenos, regulares y algunos inocentemente malos, colmaron con sus obras el vasto local. Casi todos ellos habían remitido varios trabajos, de modo que se comprenderán los afanes de los jurados, al moverse en un laberinto donde los acechaba el abrir y cerrar de fauces de las carpetas; donde las tendencias plásticas acérrimamente contradictorias bregaban con campeones más o menos oportunos, por imponer la bondad de sus principios; y donde fue menester excluir envíos valiosos por corresponder al campo de la pintura”. Una nota en la revista Primera Plana señalaba: “[...] en doce años es la primera vez que su nombre finaliza al tope de un ‘ranking’ plástico.‘Ya estaba resignado –confiesa– a ser una especie de finalista a perpetuidad’ ”. (Primera Plana, 3/8/65)

 

En el mes de agosto la galería Bonino presenta la muestra “Jóvenes artistas argentinos” en el Instituto de Arte Contemporáneo (IAC) de Lima, con 11 pintores locales. De la Vega participa con dos de sus Monstruos: Caída de conciencia y Doble emplazamiento.

 

Exposición del Grupo Nueva Figuración en la Sociedad Hebraica Argentina (SHA), entre julio y agosto.

 

En septiembre, muestra del Grupo Nueva Figuración en Bonino. Los cuatro artistas deciden presentar una única obra de gran tamaño cada uno. Noé, Macció y de la Vega trabajan el problema de la tridimensión en conceptos cercanos a la instalación. De la Vega participa con su instalación Mesa de cuatro patas, conocida luego como La nigromante (una mesa con una mano de yeso y espejos reales combinados con tres paredes construidas con paneles habitados por monstruos realizados en pintura y collage). El catálogo reproduce los dibujos de los 4 proyectos y de la Vega imagina su “cuasiinstalación” en el momento de la inauguración en un fotomontaje fotográfico que presenta a algunos de los protagonistas del ambiente artístico porteño de los ’60 (además de los cuatro aparecen, por ejemplo, Romero Brest, Minujín, Mujica Lainez, Bonino).

 

Profesor invitado en el año latinoamericano de la Cornell University, Ithaca, Nueva York, donde se instala desde el mes de octubre. Para financiar su viaje a los Estados Unidos obtiene una beca de la Comisión Fullbright de Intercambio. Reside en los Estados Unidos durante casi dos años, alternando su estadía en la Cornell University con frecuentes viajes a Nueva York, donde, además, está viviendo Noé con su familia.

 

De esta etapa de su vida queda una fuente adicional de información en las 40 cartas dirigidas a su madre, que aún se conservan en manos de su familia.

 

Participa en la exposición colectiva “The Emergent Decade Latin American Painters and Paintings in the 1960’s”, organizada por la Cornell University y el Solomon Guggenheim Museum de Nueva York. De la Vega envía dos de sus Conflictos anamórficos. El curador de la muestra es Thomas Messer, entonces director de la Guggenheim, quien había seleccionado artistas y obras durante su visita a Buenos Aires en 1964. La muestra fue inaugurada en octubre de 1965, en el Andrew White Museum de la Cornell University, pero antes se presentó una selección (que incluía a de la Vega) en el Museo de Bellas Artes de Caracas con el título “Evaluación de la Pintura Latinoamericana. Años ’60”. El itinerario de la muestra durante más de un año incluye además el Dallas Museum of Fine Arts; The National Gallery of Canada, en Ottawa; The Solomon Guggenheim Museum, en Nueva York; el Krannert Art Museum (University of Illinois), el Decordova Museum, en Massachusetts, y el Ringling Museum, en Sarasota, donde cierra el 7 de mayo de 1967.

 

Aparecen los primeros trabajos con la introducción de figuras de hombres y mujeres deformadas en espejos cóncavos planos y la psicodelia como cultura visual del momento en las industrias culturales y las tecnologías de la información. Se prolongan las pseudo-anamorfosis y las perspectivas oblicuas, plasmadas en rostros humanos en espejos virtuales y en figuras repetidas estampadas sobre telas aplicadas sobre el bastidor.

 

Es seleccionado con 2 trabajos de los Monstruos para integrar la exposición “Argentina en el mundo. Artes Visuales 2”, organizada por el CAV del Instituto Di Tella, con un jurado formado por Romero Brest, Oliver y Parpagnoli.

 

 

1966 Ya en Cornell pinta Images, su obra cierre de la serie de los Monstruos y cuyo fondo estrellado es una cita textual del pop norteamericano.

 

Una serie de acrílicos de pequeño tamaño va construyendo su nuevo mundo iconográfico. Delgadas plantillas de telas pegadas sobre los soportes y un colorido decididamente psicodélico definen sus primeros cuadros estadounidenses. Recurre a encuadres y sintaxis procedentes de medios como la fotografía, el cine, la historieta, la publicidad y la televisión. Se multiplican los dibujos que responden al mismo criterio narrativo y temático. Variedades técnicas entre los esténciles, las fibras de color, las tintas, los “efasages” con utilización del collage o de soportes tomados de revistas de decoración o del espectáculo y publicaciones como Playboy, típicamente norteamericanas.

 

En junio asiste a la inauguración de la muestra citada, “The Emergent Decade...”, en la Guggenheim. La institución adquiere su collage Conflicto anamórfico Nº 1 La medida, mediante un regalo de la Fundación Neumann de Caracas (subsidio que también permitió la compra, en el mismo momento y siempre a través de Bonino, de obras de Deira y Fernández-Muro).

 

En el mes de septiembre, una vez terminado su contrato como profesor invitado en la Cornell University, se traslada a la ciudad Nueva York.

 

Su obra Music Hall (versión Caracas) es elegida para formar parte de la exposición “Art of Latin America since Independence”, organizada por Stanton Catlin y Terence Grieder y presentada en la Yale University Art Gallery (New Haven), en The University of Texas Art Museum (Austin), San Francisco Museum of Art, La Jolla Museum of Art, Isaac Delgado Museum of Art en New Orleans.

 

Durante sus meses en Nueva York inicia su relación con Liliana Porter y su marido, el artista uruguayo Luis Camnitzer. Con ellos trabaja diferentes técnicas de grabado y realiza algunas experiencias gráficas en el contexto del célebre New York Graphic Workshop (NY GW), fundado en 1965 por Porter y Camnitzer junto con el venezolano José Guillermo Castillo. Se trata de un taller de experimentación técnica que busca combinar la creatividad individual con el intercambio colectivo y la función social del artista, y que cuestiona el excesivo formalismo y las limitaciones del grabado tradicional.

 

Desde el año anterior, mantiene varias conversaciones con Alfredo Bonino, que le ofrece hacer una muestra individual en su galería de Nueva York, proyecto que nunca se concreta. Bonino incluye sí algunos de sus acrílicos en muestras colectivas presentadas en su espacio de la 57th west.

 

Estando todavía en los Estados Unidos le llega la noticia de que le han otorgado el “Premio Especial de Pintura” en la III Bienal Americana de Arte de Córdoba. Alfred Barr (h), Director de Colecciones del Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York; Arnold Bode, iniciador y presidente de la Documenta de Kassel; Sam Hunter, Director del Museo Judío de Nueva York; Carlos Villanueva, arquitecto venezolano, y Pellegrini, son los integrantes del jurado. De la Vega se presenta con 4 trabajos de gran tamaño realizados en los Estados Unidos: acrílico sobre tela con figuras humanas deformadas en espejos cóncavos. Se trata de la primera presentación pública en la Argentina con obras nuevas.

 

Según declaraciones posteriores del propio artista, se dedica en Nueva York al diseño gráfico de pósters psicodélicos.

 

Durante toda su estadía en los Estados Unidos, y a través de las cartas dirigidas a su madre, sabemos que el pintor vende varias de sus obras nuevas y de series anteriores. Se trata de ventas realizadas por intermedio de Bonino y algunas directas, especialmente por recomendación de Sam Hunter, muy entusiasmado con el trabajo de de la Vega. La galería Bonino vende en aquel momento, o en los años posteriores inmediatos, varios trabajos importantes de de la Vega a instituciones como la John Fitzgerald Kennedy University en Berkeley y a colecciones privadas como la de Nancy Sayles Day, actualmente en el Museum of Art Rhode Island School of Design, y la de Paul S. Newman de Nueva York (desarmada a fines de los años ’90).

 

 

1967 Alrededor del mes de abril regresa a Buenos Aires.

 

Durante este año alterna sus trabajos psicodélicos y de espejos cóncavos planos con la aparición de sus primeros blancos y negros en la pintura. En éstos últimos las figuras están cada vez más presionadas por encuadres extremos y rasantes donde los cuerpos se fragmentan en masas entremezcladas de miembros y rostros. Durante este año, y hasta 1971, trabaja, paralelo a su pintura, una cantidad considerable de técnicas mixtas, collages y acrílico, tintas y fibras de color, papeles recortados y collages intervenidos, esténciles, etc. El origen de estas obras sobre papel está en la gran cantidad de tintas realizadas en Cornell en 1966. Sin embargo, el mundo inicial referido al exitismo y los placeres artificiales de la publicidad y la televisión en la sociedad de masas adquiere una densidad diferente sobre temas como las culturas marginales, la alienación, la sexualidad y distintas formas contraculturales y también citas de la historia del arte como las tomadas de Caravaggio.

En el mes de junio el Di Tella inaugura la muestra “Surrealismo en la Argentina”, organizada por Pellegrini. De la Vega participa con Conflicto anamórfico Nº 6 - La tierra, de 1964, y dos de los espejos cóncavos: Vida cotidiana (1965) y Nunca tuvo novio (1966). “En de la Vega las imágenes obsesionantes, de pesadilla, que adquieren frecuentemente aspecto serial, se deforman, fusionan y coagulan. Construidas en una primera época por collages de objetos varios, las realiza en sus recientes obras por un mecanismo similar a la impresión sobre la tela.”

 

En julio participa en una exposición colectiva en la galería Bonino, “Collages”, junto con otros 11 artistas. El pintor envía una de sus Esquizobestias de 1964. El catálogo reproduce las definiciones sobre el collage dadas por cada uno de los participantes. Sobre esta técnica, que había sido el soporte expresivo y conceptual durante el desarrollo de los Monstruos y los Conflictos anamórficos, y que seguía vigente en gran parte de sus papeles, de la Vega escribe: “[collage] una individualidad reconocible, supeditada a otra nueva forma más compleja que la incluye sin destruirla, no deja de ser un buen retrato del mejor destino del hombre. [...]”.

 

Es invitado a participar en el Premio Dr. Augusto Palanza, presentado en la galería Witcomb. Creado en 1947, el Premio Palanza fue uno de los certámenes más prestigiosos en la Argentina durante los años ‘50 y ‘60. Las bases establecen la participación sólo por invitación y se otorga la recompensa al mejor conjunto, siendo organizado por la Academia Nacional de Bellas Artes. En esta edición fueron invitados 10 pintores, entre ellos tres del ex Grupo Nueva Figuración (Macció, Deira y de la Vega. Noé había sido invitado en 1962). El jurado otorgó el premio a Deira. De la Vega participó con cinco acrílicos sobre tela de su última producción: You are Welcome, Somatización, 1000 Calorías por cm2, Vitaminas King Size y Tensión superficial (éstos dos últimos hoy con ubicación desconocida).

 

Trabaja, junto con Federico González Frías, en una historieta para el número 1 de Cuadernos de Mr. Crusoe, que se publica en el mes de noviembre. El personaje se llama señor Waltz y el actor es Alfredo Cernadas Quesada.

 

Ese mismo mes realiza una exposición individual: “Blanco & Negro. Obras recientes de Jorge de la Vega” en el Instituto Di Tella, invitado por su director Romero Brest. Presenta 36 obras realizadas en los Estados Unidos en 1966, la mayoría dibujos, aunque la nota aparecida en la revista Análisis habla de 150 obras entre óleos y dibujos. El catálogo reproduce el proyecto de un Rompecabezas infinito formado por 48 partes intercambiables entre sí, que es el antecedente del Rompecabezas (versión Carmen Waugh) realizado años después. “Rompecabezas infinito. Instrucciones: Recorte las piezas. Arme el rompecabezas. Agregue tantos cuadrados: negros, blancos, o dibujados por usted, como sean necesarios. Tire lo que sobra.” Esta muestra marca su reinserción en Buenos Aires, después de dos años de ausencia. La visitan casi 20.000 personas en tres semanas y convierte a de la Vega en uno de los 9 artistas que expusieron individualmente en el Instituto durante sus diez temporadas.

 

En diciembre es invitado a participar en la segunda edición del Premio Criterio en el MAM, junto a José Antonio Ballester Peña, Ernesto Deira y Carlos Uría. El Premio propone a los artistas invitados un solo tema: las cuatro casullas del año litúrgico, verde, morada, blanca y roja.

 

Ingresa a la colección del MoMA uno de sus grabados realizados en el NY GW. Se trata del barniz blando y aguatinta en color Our Neighbors (1966).

 

 

1968 Se multiplican sus acrílicos sobre tela, alternando las piezas psicodélicas con sus blancos y negros.

 

En mayo forma parte de la exposición colectiva “Retratos imaginarios”, inaugurada en Bonino, con su acrílico Eleonor Rigby.

 

En el mes de julio expone en la galería IDA, al mismo tiempo que Jorge Demirjián.

 

Muestra en la galería Guernica 25 obras sobre papel de las series Invitación, Intrusión e Indiferencia. La exposición se titula “De la Vega en color”.

 

A su actividad como pintor se suman, de manera decidida, sus trabajos como cantautor y compositor. A fines de septiembre, mientras graba su primer disco, realiza un espectáculo musical con Nacha Guevara y Carlos del Peral en el Teatro Regina, con el título Hay que meter la pata.

 

En el mes de octubre presenta en Bonino, durante 15 días, su disco El gusanito en persona. Las paredes de la galería son cubiertas con la tapa del disco diseñada por el mismo artista. “De la Vega expone canciones” es el título elegido para la “muestra”. Es la primera presentación pública del pintor como cantautor. El disco incluye 10 temas: “Proximidad”, “La gata Teresa”, “Rotativa”, “Abracadabra”, “Diamantes en almíbar”, “La hora de los magos”, “El gusanito”, “La jaula”, “Están ocurriendo cosas” y “El gusanito en persona”.

 

“[Su] intensa necesidad de comunicación, de una comunicación más directa, se vuelca en su último período hacia la etapa de sus canciones. Estas canciones constituyen una evidente unidad con la actitud que presidió a la creación de sus obras del último período. En las letras de esas canciones burlonas pero afectivas, derrama una ansiedad incontenible de participar en el mundo; en la ejecución personal de ellas se sentía feliz de estar en contacto con los otros, de construir en común la tarea de superar la angustia a través de un humor lleno de esperanza.” La relación de las letras de sus canciones y sus iconografías en el campo de la plástica es evidente, y pueden trazarse paralelos y analogías que enriquecen, simultáneamente, ambas maneras de expresión.

 

En noviembre participa en el último premio de su carrera: Premio Fundación Lorenzutti, presentado en las Salas Nacionales de Exposición.

Es asesor artístico de los primeros tres números de la revista contracultural Pinap, donde publica además una nueva historieta.

 

En noviembre inaugura una muestra individual en el Instituto General Electric de Montevideo. La presentación de obras de la serie de blancos y negros tiene una amplia repercusión en los medios gráficos uruguayos.

 

Es tapa de la revista ARTiempo del mes de diciembre con el título “Figura y contrafigura de la canción de protesta” (ARTiempo, Revista mensual de Arte y Espectáculos, diciembre 1968, Nº 3, Año I).

 

 

1969 Realiza un espectáculo musical en el Centro de Experimentación Audiovisual (CEA) del Instituto Di Tella junto a Marikena Monti y Jorge Schussheim, con el título Canciones en informalidad. El éxito fue contundente y, al finalizar estas presentaciones, Gerardo Mazur los contrata para presentarse en el auditorio del SHA, con funciones todos los lunes. La aceptación del público prolonga las presentaciones durante todo el año y parte de 1970.

 

Un jurado formado por Pellegrini, Jorge López Anaya y Parpagnoli lo invita a integrar el envío argentino para la X Bienal Internacional de Arte de San Pablo. La idea de de la Vega era presentar 15 acrílicos de medidas variables de la serie Rompecabezas, junto con sus canciones. Un artículo aparecido en la revista Panorama, cuestionando la modalidad de su envío e incluso su elección, lo llevó a desistir sobre su participación, a pesar de figurar en el catálogo junto a los demás argentinos seleccionados. En una nota publicada en la revista Análisis sobre el boicot internacional a la Bienal por la situación política de Brasil, de la Vega da otra versión sobre su renuncia: “Las bienales de artistas geniales ya no pueden funcionar; en todo caso no me siento incluido. Creo que el artista surge del pueblo, como las nuevas formas de vida, y no me interesa trabajar con institutos y museos. Pensé en un momento dado viajar a San Pablo y presentar un show cantado para despreciar la imagen del pintor como figurón; pero ahora ni siquiera tengo ganas de dedicarme a la protesta. Es difícil elegir entre dos formas vetustas de expresión, entre dos vergüenzas”. (Análisis, Nº 437, Año IX, 29/7/69.)

 

En el mes de julio es incluido en la exposición “Latin American Paintings from The Solomon R. Guggenheim Museum”, realizada en el mes de julio en el Center for Inter-American Relations en Nueva York. El catálogo lleva prólogo de Thomas Messer y un texto de Stanton Catlin.

 

En septiembre, monta en El Galpón de Santa Fe el espectáculo-exposición “Pintura vs. Canciones”. El pintor presenta sus canciones rodeado de sus cuadros.

 

En octubre se inaugura, sobre la calle Reconquista al 800 en Buenos Aires, el “Bárbaro”, bar pensado y decorado por Noé y cuyo nombre es propuesto por de la Vega. Las dos vidrieras a la calle estaban pintadas una por Deira y la otra por de la Vega (la de la derecha, con cinco rostros y algunas piernas y brazos que reiteran personajes de su Rompecabezas presentado en Carmen Waugh en 1970, las mismas plantillas utilizadas con variantes en las deformaciones y los estiramientos en el espacio). Una reproducción de otra obra de de la Vega va también en la carátula de la lista de precios del local. Cuando el “Bárbaro” se muda a la calle Tres Sargentos las vidrieras desmontadas son instaladas en el interior del bar.

 

El MoMA incorpora por donación dos de sus dibujos neoyorquinos realizados con fibras de color y tinta, Documental (1966) y Paréntesis (1967).

 

 

1970 Participa invitado en “La Fusa” de Punta del Este, como consecuencia de sus presentaciones, el año anterior, en “La Fusa” de Buenos Aires. Durante quince días lo acompaña Marikena Monti y después se presenta solo.

 

Exposición individual de dibujos en el Casino de Punta del Este.

 

El New York Graphic Workshop presenta una exposición de sus trabajos en el Museo de Bellas Artes de Caracas y de la Vega es incluido con sus grabados realizados durante su estadía en los Estados Unidos.

The First National Bank of Boston adquiere obras de 24 artistas argentinos y expone la colección en el MNBA entre el 1º y el 19 de abril. De la Vega es incluido con tres acrílicos (dos de ellos hoy en colecciones particulares y el tercero, titulado Billiken, no localizado).

 

En septiembre, exposición individual en la galería Carmen Waugh, donde presenta su Rompecabezas formado por piezas movibles de 100 x 100, y un show con sus canciones 3 veces a la semana. El título fue “Exposición-Concert de Jorge de la Vega” y el catálogo-programa explicaba: “Rompecabezas Exposición. Se exhiben 30 cuadrados de un metro de lado realizados con pintura acrílica sobre tela, que permiten ser acoplados entre ellos formando una imagen continua total, con la particularidad de admitir infinitas posibilidades de combinación. Las obras podrán ser adquiridas unitariamente o en grupos, dependiendo del número de obras el precio por unidad. Rompecabezas Concert: arreglos y dirección musical: Roberto ‘Camaleón’ Rodríguez. Músicos: Ángel Sucheras, órgano. Bo Ingemar Gathu, bajo. Eduardo Casella, percusión. Lista de canciones: 1. Densidad 2. El gusanito 3. Achidente 4. Diamantes en almíbar 5. Inadaptación 6. El tren de los avestruces 7. Cruel imaginación 8. La hora de los magos 9. Metamorfosis 10. Proximidad 11. Curriculum 12. El viejo de la galera 13. Los malditos 14. El gusanito en persona”.

 

Durante la presentación del show, improvisa un monólogo en el que explica la línea argumental que une sus canciones y el Rompecabezas pintado. “Ahora viendo todo esto, yo pensaba que podría hacer como aquellos juglares que iban recorriendo los caminos, que se les llamaba en Europa ‘cantastorie’, y que lo que hacían era contar, con el motivo de una historieta dibujada, el crimen más famoso del momento. Y viendo mis propios

cuadros pienso que, indudablemente, un crimen se puede contar, porque esta gente ha perdido el color, por empezar. Después, también, no cabe la menor duda de que están descuartizados. Las cabezas están en unos cuadrados, las manos en otros. Se pueden armar de cualquier manera. Y eso sí, el crimen sería bastante misterioso, porque parecen que están encantados todos de haber sido asesinados. El misterio, yo creo, va a residir esta noche en eso, en tratar de explicar cómo puede ser que todos estos asesinados o están encantados de haber sido descuartizados, o no se han dado cuenta todavía de que están muertos. Por supuesto, que lo que yo les voy a dar también para poder resolver este rompecabezas es un rompecabezas de canciones. Así que no va a haber otra forma de solucionar el problema, el misterio, como no sea por el absurdo.”

 

Méndez Mosquera y Seoane lo contratan como creativo en la empresa Cicero Publicidad.

 

 

1971 Se presenta en “La Fusa” de Mar del Plata.

Participa en el teatro SHA en el espectáculo Canciones marginales junto a Susana Rinaldi, Facundo Cabral, Edmundo Rivero, Schussheim y el cuarteto Cedrón.

 

En el mes de abril es invitado por el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile para realizar una exposición individual como parte de la programación de reapertura oficial de la institución (entre las otras muestras programadas estaban Macció, Lea Lublin y arte cubano contemporáneo).

 

Trabaja en su disco El viejo de la galera, que graba pero nunca llega a editar.

 

Adhiere a la Contrabienal de San Pablo realizada por el Museo Latinoamericano (grupo de artistas residentes en Nueva York) y el MICLA (Movimiento de Independencia Cultural Latinoamericana) en formato de publicación con la participación de artistas, críticos e intelectuales. De la Vega firma una declaración del grupo de Argentina formado, entre otros, por Berni, Noé, Deira, Ferrari, Briante, Iommi, Santana, Renart y C. Alonso.

 

Le da nombre a un restaurante abierto por Noé en la misma calle Reconquista, enfrente del “Bárbaro”. El local se llamó la “Jamonería de Vieytes”.

 

A fines de junio participa de la experiencia colectiva organizada por Noé en Carmen Waugh, bajo el título “El placer de pintar”. La invitación decía: “Ahora que se habla tanto si la pintura está viva, muerta o agonizando, Luis Felipe Noé ha propuesto esta idea a la galería a fin de destacar lo más permanente de la pintura a través de los siglos –no la eternidad de la obra y su trascendencia sino meramente ‘El placer de pintar’–. Como en la actualidad la aventura creadora se hace de más en más colectiva, esta muestra tiene por objeto destacar el placer de pintar en conjunto”.

 

En una pequeña nota en la revista Gente en ocasión de su participación en “El placer de pintar”, cuenta que está escribiendo un libro de cuentos ilustrados y haciendo música electrónica (revista Gente, 15/7/71).

 

1971-2000

El 26 de agosto muere en Buenos Aires, a los 41 años

El 28 de octubre de 1971 se inaugura “Homenaje a Jorge de la Vega”, una exposición individual organizada por Carmen Waugh en su galería de la calle Florida.

 

En los últimos 30 años, entre las muestras individuales más importantes que se han realizado de su obra podemos mencionar: galería Conkright, Caracas (1973); Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires (retrospectiva, 1976); galería Arte Nuevo, Buenos Aires (1978); galería Scheinsohn, Buenos Aires (1979); galería Vermeer, Buenos Aires (pinturas y dibujos de los ’60, 1981); Ruth Benzacar Galería de Arte, Buenos Aires (obras 1963-65, 1991); Centro Cultural Borges, Buenos Aires (obras 1961-1970, 1995); Fundación Arte y Tecnología, Madrid (obras 1948-1970, 1996), Ruth Benzacar Galería de Arte, Buenos Aires (obras 1966-1971, 2000).

 

Entre las exposiciones históricas del Grupo Nueva Figuración, recordemos: “Otra Figuración... veinte años después”, Fundación San Telmo, Buenos Aires (1981); “Deira, Macció, Noé, de la Vega”, Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires (1985); “Nueva Figuración Argentina”, 18ª Bienal de San Pablo (1985); “Nueva Figuración. Deira, Macció, Noé, de la Vega”, Giácomo Lo Bue, Mendoza (1985); “La Nueva Figuración”, Ruth Benzacar Galería de Arte, Buenos Aires (1986); “Nova figuração rio/buenos aires”, Galeria do Instituto Cultural Brasil-Argentina, Río de Janeiro (1987), “La Nueva Figuración”, Galería Jorge Mara, Buenos Aires (1989), “Deira, Macció, Noé, de la Vega 1961 Nueva Figuración 1991”, Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires (1991).